Se acerca la Navidad y todos y todos
nos pasamos alguna vez por el Mercado Central de Valencia. Lleno de
luz y color, perfumes y aromas, con su cúpula central en cerámica
resplandeciente que recuerda la importancia de nuestra naranja,
presente en nuestro inconsciente colectivo y causa de nuestra un día
prosperidad material.
Los grandes mercados europeos pasan por
los populares, como la Boquería de Barcelona o el de San Miguel en
Madrid, convertido en centro gourmet.
El Mercado Central de Valencia fue
diseñado en estilo modernista allá por 1914 por Francesc Guàrdia y
Alexandre Soler formados en el modernismo de Barcelona.
En Paris existen todavía, cubiertos o
semicubiertos, dedicados a la alimentación, el Marché
Saxe-Breteuil junto
a la torre Eiffel,
el
Marché Bastille junto a la célebre prisión
y el Marché les enfants rouges, junto al antiguo hospicio de niños
vestidos de uniforme encarnado, el más antiguo, de 1628. Pero el más famoso y citado en la
literatura diociochesca son Les Halles, donde se podía obtener
desde la fruta y verdura hasta la última moda pasando por muebles de
estilo Luis XIV.
Destruidos, por desgracia, para construir un nuevo
barrio residencial, el barrio “Les Halles” y una monumental torre
de oficinas que rasga la noche parisina, la Tour Montparnasse.
Otro ejemplo más próximo a nosotros
es el de Les Halles de Angouleme, un bello mercado cubierto.
Construidas en el siglo XIX, el mercado es un vestigio de la
arquitecura industrial de fin de siglo.
Se inspiran en las de Paris
ya mencionadas y se elevan en la parte alta de la ciudad, con bella
panorámica, sobre el antiguo castillo del duque de Angulema.
Fueron restauradas en 1991 como las de
Valencia, símbolo ambas de la alianza y el respeto entre la
tradición y la modernidad.
El Mercado Central de Valencia guarda
cierto paralelismo con la elegancia del de Les Halles de Angulema,
con su crucero central, la bella iluminación, el uso de la cerámica
con flores y frutos y las vigas de hierro de orden clásico acabadas
en hojas de palmera. Nuestras vigas son de color ébano para insistir
en el respeto que el progreso rinde a la tradición.
El mercado de Nazaret proyectado sobre el Mercado Central de Valencia
Visitemos el Mercado Central estas
Navidades, visitémoslo siempre.
JVN