viernes, 25 de enero de 2013

Rutas por nuestros barrios de Valencia: El barrio de Velluters

El barrio de Velluters o de sederos es mi barrio preferido junto con el del Mercado y el Carmen, pues allí nací y entre sus calles me moví, bellos barrios de mi infancia.

También es el más castigado debido a los sucesivos ensanches y la degradación de otras de sus calles con los restos de la antigua "mancebía".
Velluters es un barrio al que da nombre los "sederos" que contaban con numerosas fábricas desde el siglo XVI y con una buena participación de los artesanos genoveses. Prueba de ello es la imagen de la Virgen de los Desamparados que este colectivo mandó construir para un altar de la Iglesia de san Agustín. Como monumentos religiosos tenemos esta iglesia valenciana, con la imagen más antigua de devoción, la Virgen de Gracia, la iglesia de san Carlos Borromeo también de la cofradía de los genoveses, junto al antiguo hospital general y la academia de cirugía, la iglesia del Pilar, regentada antes por los padres dominicos y el convento de la Encarnación junto con las Escuelas Pías.




















Fachada del Muvim                                               Escultura junto a la Biblioteca

Entre la arquitectura civil del barrio destaca el antiguo hospital Provincial de Valencia, junto con la facultad de Medicina, derribados en los años 60 del pasado siglo. Hoy han sido reconvertidos en el espacio del Muvim o museo de la Ilustración con interesantes exposiciones temporales de arte y etnografía. Y el crucero del hospital pasa a ser una Biblioteca Municipal, la Biblioteca del Hospital con interesante decoración interior y un fondo notable bibliográfico.

 Los nuevos jardines de los naranjos han sido recientemente inaugurados y son un punto de reunión de los jóvenes bohemios del barrio, los góticos de la zona, y los que socializan acompañando a una enorme variedad de razas de perros. Entre ellos se encuentran los restos de la antigua facultad de medicina y hospital de general de Valencia.

 


Entrada actual al jardín de los naranjos frente a la pasada Fachada de la Facultad de medicina demolida en años 60

 

El palacio del arte mayor de la seda es el siguiente edificio intesante, por desgracia, como señalan nuestros diarios, sin un entendimiento para su restauración. Y más notable el desentendimiento cuando no se puede comprender sin este palacio y sus funciones otro edificio de nuestro patrimonio como es la Lonja. El tercer edificio interesante es el Palacio Tamarit, una familia de agricultores de Ruzafa, que derivaron sus esfuerzos agrarios en la inversión hacia el lucrativo negocio de los telares de seda.
En este entorno de Velluters se sitúa también la Escuela de artes y oficios y varios negocios de Indumentaria tradicional valenciana, como Albaes, que fue pionera en tanto en el diseño artesanal como en la confección industrial de la indumentaria tradicional de los valencianos, cuyo exponente son las fiestas de primavera de san José, conocidas mundialmente como Las Fallas.



Entrada al Palacio del Arte Mayor de la seda













Otros jardines interesantes son los de Parcent, ubicados en su antiguo palacio, uno de los mayores de Valencia, del siglo XVII, de la familia italiana de Cernecio, de la cual, una vez más solo se conserva la puerta de entrada.

JVN
Saber más:
Juan-Luis Corbin Ferrer, Barrio del Pilar, antiguo de Velluters, Valencia 1991
Joan Boronat-Josep vicent Boira-Ricardo Franch, El Palau Tamarit,  Valencia 2011

martes, 15 de enero de 2013

Ruta ecológica por la Ribera Baja del Xúquer: ¿Hasta Cullera?

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Nuestro guía de bicicleta nos propone hoy una reflexión y una propuesta- Se trata de una ruta sencilla pero que nos permite descubrir en un viaje de niños, en familia o con grupos de peñas un paisaje singular.
Este es el mapa de la ruta que trascurre junto al río Júcar /Xúquer al sur de la huerta de Valencia junto a poblaciones singulares de la comarca de la Ribera Norte.
                                    Mapa de la ruta por el Xúquer
La ruta nos permite visitar pueblos magníficos a los pies de las montañas de Alcira como Corbera o Llaurí, pero elegimos visitar pueblos ribereños del Júcar como Polinyà, la Riola, Sueca, hasta Fortaleny.
La vegetación preponderante es la de amplios campos de naranjas, no en vano la naranja dulce se “inventó” en estas comarcas, al injertarse el naranjo dulce a partir del amargo original según una tradición en el hort de Massores en Carcaixent. Las naranjas que más nos llaman la atención son las navel y navelinas, de fuerte color naranja intenso y de un sabor que aporta todas las condiciones de los cítricos sin prácticamente ninguna nota ácida al paladar. Por poblaciones como la Riola y Polinyà seguimos los pasos para bici situados en la margen del río. 


La última etapa parte de Sueca y conduce hasta Fortaleny por un bellísimo paseo en el margen del Júcar, elevado sobre plataforma de tierra, bien transitable, que nos permite contemplar como desde una atalaya los campos de naranjales, la murta de Alcira y Corbera, la resplandeciente marjal de Sueca y Algemesí y la desembocadura del Júcar allá en Cullera. 
 
También una pregunta. Los municipios de la comarca visitada, ¿no podrían unir esfuerzos para ampliar este tramo ciclable hasta otras poblaciones, de manera que se pudiera ir casi desde la desembocadura del Júcar hasta Alzira y Algemesí?
 ¿Te gustaría que los municipios ampliaran esta senda ciclable y deportiva hasta la misma desembocadura en Cullera?

JVN

martes, 8 de enero de 2013

Rutas ecológicas por Valencia: pretiles, puentes y la Pechina

LOS PRETILES Y SU ENTORNO. LOS PUENTES

 


Valencia se caracteriza por el gran número de puentes que atraviesan el viejo cauce del río Turia, hasta quince puentes, algunos medievales como el de la Trinidad, Serranos, el Real, otros más modernos como la Pasarela, el famoso Pont de Fusta peatonal y los más modernos de factura de Santiago Calatrava. El de las flores es uno de los más conocidos.
Este conjunto de puentes se complementa con el sistema de defensa y contención de las aguas que permitiera prevenir las inundaciones y es conocido como los pretiles y su entorno.

Este conjunto constituye una obra colosal por su extensión y unidad, como pocas defensas fluviales de Europa hallamos de comparables. 
El principal trabajo de protección se conoce como la obra “Vella” comenzada entre los puentes de la Trinidad y del Real, y del Puente del Real al del Mar entre 1591 y 159. Los pretiles, por su parte se iniciaron desde el puente de Mislata hasta el de san José entre 1606 y 1674, llegándose hacia Monteolivete por el año 1729. 
Los pretiles contienen además algunas obras decorativas, concentradas en lo que fue Paseo de la Pechina, como barandales, rampas, escaleras y obra pétrea. En especial en el pretil sur, frente a la calle del Beato Gaspar Bono y el ángulo de la cerca del Jardín Botánico, se halla una rampa ancha que baja al río con fecha de 1765. Se trata de un pretil de malecón, es decir, por el que se bajaba para cargar y descargar al cauce del río, con carros tirados por caballos o con bestias de tiro o acémilas. La citada rampa posee unos badenes en piedra que podemos considerar los antepasados de nuestros peraltes reductores de velocidad de vehículos a la entrada de los pueblos. 


Se trata según me comenta Mario, un amigo ciclista, de reductores de velocidad para que los carros pudieran descender sin peligro hasta nuestro cauce del Turia para cargar la madera que venía de Ademuz, llenar cántaros de agua o realizar otras funciones. Al pie de este pretil de malecón hay un gran estribo invertido en forma convexa. La famosa pechina que dio nombre al paseo de la pechina y estuvo sepultada unos dos metros por debajo del cauce el pasado siglo, lo que muestra la subida de la tierra del cauce en dos siglos. 


El mismo tipo de pretil de malecón volvemos a encontrarlo en la ancha rampa del Puente de Serranos, lo que nos confirma en la idea de que eran los dos muelles principales en que entraba a la ciudad la carga de madera y otros materiales que llegaban en balsa a la ciudad desde el interior de la vega del Turia y que era el lugar de descanso de las acémilas antes de entrar a la ciudad. 

Si nos dirigimos un poco más hacia arriba en el parque del río Turia, a la altura de la “Casa del Agua” podemos advertir en los muros los sillares que señalan el arco por donde salía la antigua toma de agua de esta acequia. Actualmente su origen desde el río Turia procede del azud del repartiment, en el término municipal de Quart de Poblet.



La salida de agua de la acequide Rovella junto al actual Palau de la Música (2011) y en 1915 en un concurso de tiro de palomo.




Azud del agua en 1946



Azud del agua en 2012






Los elementos vegetales y arbóreos, tanto mediterráneos como americanos, dan vida nueva al rejuvenecido cauce de la ciudad, entre cuyos árboles nos resultan particularmente interesante la jacaranda del Brasil y el árbol botella de Perú y Sudamérica, los cuales florecen dos veces, en primavera y otoño, o incluso en diciembre, al provenir del cono sur.
              Árbol botella junto a Mislata en el cauce del río Turia

Bello paraje y único por su historia y valores culturales, así como por sus jardines urbanos que nos posiciona como únicos en Europa. Solamente pidamos añadir a este cinturón de vegetación la conexión con la ampliación del botánico que lleva años paralizada.

 Véase 

y sal de ruta con nosotros